El Faro de Alcanada, ubicado en el islote de Alcanada en la bahía de Alcudia, Mallorca, es una señal náutica emblemática que guía a los marineros desde su inauguración en 1861. Diseñado por Emilio Pou, este faro no solo es un hito en la navegación marítima sino también un atractivo turístico que ofrece una combinación única de historia, tecnología y belleza natural.
El faro fue inaugurado el 15 de mayo de 1861, marcando el inicio de su misión como guía para los navegantes. Inicialmente equipado con una óptica catadióptrica de 6º orden y una luz fija alimentada por aceite de oliva, el Faro de Alcanada ha experimentado varias transformaciones tecnológicas a lo largo de los años para mejorar su eficiencia. En 1883, se actualizó a una lámpara de parafina, seguida por un cambio a petróleo y finalmente a acetileno en 1917, momento en el que también se introdujeron pantallas giratorias para crear una apariencia de 3+1 ocultaciones.
La automatización llegó en 1960, eliminando la necesidad de un farero residente y marcando el inicio de una nueva era para el Faro de Alcanada. La implementación de la energía solar fotovoltaica en 1985, con la instalación de paneles solares, consolidó su transición hacia fuentes de energía renovables, alineándose con las prácticas de sostenibilidad modernas.
Actualmente, el faro destaca por su ciclo luminoso de destellos blancos cada 5 segundos, con un alcance nominal nocturno de 11 millas náuticas. La altura focal del faro es de 25 metros sobre el nivel del mar, con una altura de soporte de 15 metros. Este faro sigue siendo vital para la navegación, delimitando un sector oscurecido entre 289° y 320° para garantizar la seguridad marítima en la región.
El entorno del Faro de Alcanada es tan impresionante como su historia. Situado en un paisaje natural aislado, ofrece vistas panorámicas de la bahía de Alcudia y se encuentra a un corto paseo desde la costa, donde los visitantes pueden disfrutar de un fácil aparcamiento. La playa de Alcanada, con sus 700 metros de longitud y su proximidad al faro, invita a los visitantes a explorar la belleza natural de la isla, incluyendo la posibilidad de cruzar andando hasta el islote del faro en condiciones de marea baja.
La Torre Major, una torre de defensa construida entre 1599 y 1602 cerca de la urbanización de Alcanada, añade una capa de profundidad histórica y cultural a la región, subrayando la importancia de la bahía de Alcudia como punto estratégico a lo largo de los siglos.